Pobre imagen dio el FC Barcelona en la final de la Copa de Catalunya que se celebró en Tarragona y vencía el RCD Espanyol por un claro 3-0 a los jóvenes valores azulgranas del equipo B. Digo pobre imagen por una sencilla razón: donde estaba Sandro Rosell -presidente del Barça?, que no ví en el palco con Núria de Gispert i Català -Presidenta del Parlament de Catalunya, con el Sr. Ramon Condal -Pte RCD.Espanyol-, con David Moner -Pte. De l’UFEC- y el Andreu Subies –Pte. FCF-, como así mismo otras autoridades.
Si queremos dar a la Copa Catalunya fiabilidad, prestijio e imagen, con estas importantes ausencias de protagonizadas por su presidente, ausencia de jugadores del primer equipo y la gran estrella, Pep Guardiola. Estamos devaluando la Copa Catalunya.
En mi honesta y sincera opinión: pensarían que con el equipo B del Barça seria más que suficiente para hacerse con la victoria. Hombres de poca fe. La prepotencia a veces sobra y sería mejor dar mejor imagen cuando se presume de ser el mejor club del mundo -que lo és-. En Tarragona en la final de la Copa de Catalunya que gana el RCD. Espanyol, ha sido la única imagen positiva que se ha visto -con el futbol-. I me quedo con las palabras al final del encuentro de Mauricio Pochettino, -entrenador del RCD Espanyol-, -nosotros si damos valor a la Copa Catalunya, por lo que es, y por lo que se siente entre los catalanes-. Me uno a estos sentimientos de Pochettino.